A
angy
Invité
EStoy aquí sentada en la cama delante del ordenador intentando buscar en internet una explicación para lo que he vivido, quizás más que una explicación esté buscando la tranquilidad de saber que no soy la única y que existe la manera de reconducir todo este torbellino de sentimientos inexplicables y difusos pero tan intensos que recordarlos me causa todavía escalofríos y la necesidad de llenar mis pulmones con todo el aire posible.
No hace mucho tiempo que conocí el mundo de las drogas, hará poco más de un año, pero ha sido un año increíblemente fuerte, tanto que no creo volver a ser jamás la misma persona ni volver a ver las cosas de la misma manera. Todavía no he sido capaz de sentarme a pensar si la persona que soy me gusta más que la que era pero me parece adivinar que sí, sin haber explorado aún lo más profundo de mi, a lo mejor porque todavía me da miedo...
Ayer estuve en una rave en el monte, un paisaje precioso, con un río y árboles con las ramas bajas, buen tiempo, buena música, buen humor... Siempre había tenido la sensación de control sobre mi misma y sobre los viajes que hacía en los que generalmente entraba en un bucle temporal; me daba la impresión de que todo volvía a ocurrir una y otra vez, desapareciendo el pasado y el futuro, o mejor dicho, fundiéndose en uno con el presente, siempre tenía la sensación de estar bien, muy bien, segura, a gusto conmigo misma, no importándome lo que pudiera pasar sino disfrutando hasta el límite de sensaciones placenteras como la música, el tocar la tierra o el mirar las ramas de los árboles.
Sin embargo ayer, aunque todo empezó bien y seguió en la misma línea de siempre, llegó un momento en el que me vi incapaz de controlarlo, el bucle temporal se aceleró demasiado y los círculos eran cada vez más pequeños reduciéndose sin parar y cada vez más rápido. Todo el tiempo y el espacio se reducíá sobre mi misma y en ese momento me di cuenta de que podía morir si me dejaba llevar; me asuste, y mucho, porque sabía que estaba en los límites de todo, que si me abandonaba del todo desaparecería el universo y todo, arrastrandome con él, y tenía la sensación de que detrás no habría nada, sentía esa nada y me aterrorizaba... ¿la muerte? no lo sé... Fue ahí cuando con todas mis fuerzas intenté salir, oía a mi amiga que me llamaba, vuelve, vuelve, mirame, y yo lo intentaba aún sin saber del todo si era ahí donde tenía que volver, su voz me daba confianza, tenía que ir hacía ella, sentía su mano; eso fue durante largo rato, iba y venía, aunque intentaba agarrarme me volvía a marchar y el círculo se hacía más pequeño; tuve espasmos, no podía respirar, era una lucha en la que ponía todo lo que soy, absolutamente todo. En una de esas vueltas lloré más profundamente de lo que he llorado jamás, sacando de fuera cosas que nisiquiera sé lo que eran pero que necesitaba expulsar. Vuelta otra vez. Pánico. El círculo pequeño, pequeño, pequeño... Yo, el tiempo, la distancia, el mundo recucidos cada vez más y más, yo reducida a lo más puro, a lo más interno, ¿el alma? Y en medio de mi pánico sentí que detrás de todo eso estaba la paz, que no debía temer, sentí una paz tan intensa que me dolía, y entonce fue cuando dije basta desde ese punto de mi misma, no sé si lo grité,sólo sé que en ese momento volví a ver a mi amiga y a otro amigo que había conmigo, y aunque las otras veces había visto lo mismo supe que se había terminado. Sólo podía decir, qué fuerte, incapaz de asumir nada. Ellos estaban asustados aunque no me lo dijeron. Me levanté. Ya no podía seguir en la rave, no podía sonreir ni seguir ninguna conversación. Estaba asustada. En un momento, horas después, durante una fracción de minuto volví a sentir que me iba. Fue solo un segundo pero cuando abrí los ojos ví los ojos de pánico de mis amigas que me miraban interrogantes. Lo siento. Les dije. Muy fuerte.
Ahora, cuando ya he sido capaz de dormir sin miedo a cerrar los ojos, ahora que he leído otras cosas y ya soy capaz de analizar lo que me ha pasado (más o menos), me siento mejor aunque no sé qué va a pasar, cómo voy a reaccionar, ayer sentía que debía dejar este mundo de drogas para siempre, ahora ya no estoy tan segura, me da la impresión de que estoy a punto de saber algo, descubrir algo, y aunque me da miedo que me vuelva a psar algo así tengo una profunda inquietud que me impulsa a seguir adelante, aunque no del mismo modo. No sé sómo voy a ser, siento que no me conozco y que no sé que va a pasar, ahora, no me arrepiento.
No hace mucho tiempo que conocí el mundo de las drogas, hará poco más de un año, pero ha sido un año increíblemente fuerte, tanto que no creo volver a ser jamás la misma persona ni volver a ver las cosas de la misma manera. Todavía no he sido capaz de sentarme a pensar si la persona que soy me gusta más que la que era pero me parece adivinar que sí, sin haber explorado aún lo más profundo de mi, a lo mejor porque todavía me da miedo...
Ayer estuve en una rave en el monte, un paisaje precioso, con un río y árboles con las ramas bajas, buen tiempo, buena música, buen humor... Siempre había tenido la sensación de control sobre mi misma y sobre los viajes que hacía en los que generalmente entraba en un bucle temporal; me daba la impresión de que todo volvía a ocurrir una y otra vez, desapareciendo el pasado y el futuro, o mejor dicho, fundiéndose en uno con el presente, siempre tenía la sensación de estar bien, muy bien, segura, a gusto conmigo misma, no importándome lo que pudiera pasar sino disfrutando hasta el límite de sensaciones placenteras como la música, el tocar la tierra o el mirar las ramas de los árboles.
Sin embargo ayer, aunque todo empezó bien y seguió en la misma línea de siempre, llegó un momento en el que me vi incapaz de controlarlo, el bucle temporal se aceleró demasiado y los círculos eran cada vez más pequeños reduciéndose sin parar y cada vez más rápido. Todo el tiempo y el espacio se reducíá sobre mi misma y en ese momento me di cuenta de que podía morir si me dejaba llevar; me asuste, y mucho, porque sabía que estaba en los límites de todo, que si me abandonaba del todo desaparecería el universo y todo, arrastrandome con él, y tenía la sensación de que detrás no habría nada, sentía esa nada y me aterrorizaba... ¿la muerte? no lo sé... Fue ahí cuando con todas mis fuerzas intenté salir, oía a mi amiga que me llamaba, vuelve, vuelve, mirame, y yo lo intentaba aún sin saber del todo si era ahí donde tenía que volver, su voz me daba confianza, tenía que ir hacía ella, sentía su mano; eso fue durante largo rato, iba y venía, aunque intentaba agarrarme me volvía a marchar y el círculo se hacía más pequeño; tuve espasmos, no podía respirar, era una lucha en la que ponía todo lo que soy, absolutamente todo. En una de esas vueltas lloré más profundamente de lo que he llorado jamás, sacando de fuera cosas que nisiquiera sé lo que eran pero que necesitaba expulsar. Vuelta otra vez. Pánico. El círculo pequeño, pequeño, pequeño... Yo, el tiempo, la distancia, el mundo recucidos cada vez más y más, yo reducida a lo más puro, a lo más interno, ¿el alma? Y en medio de mi pánico sentí que detrás de todo eso estaba la paz, que no debía temer, sentí una paz tan intensa que me dolía, y entonce fue cuando dije basta desde ese punto de mi misma, no sé si lo grité,sólo sé que en ese momento volví a ver a mi amiga y a otro amigo que había conmigo, y aunque las otras veces había visto lo mismo supe que se había terminado. Sólo podía decir, qué fuerte, incapaz de asumir nada. Ellos estaban asustados aunque no me lo dijeron. Me levanté. Ya no podía seguir en la rave, no podía sonreir ni seguir ninguna conversación. Estaba asustada. En un momento, horas después, durante una fracción de minuto volví a sentir que me iba. Fue solo un segundo pero cuando abrí los ojos ví los ojos de pánico de mis amigas que me miraban interrogantes. Lo siento. Les dije. Muy fuerte.
Ahora, cuando ya he sido capaz de dormir sin miedo a cerrar los ojos, ahora que he leído otras cosas y ya soy capaz de analizar lo que me ha pasado (más o menos), me siento mejor aunque no sé qué va a pasar, cómo voy a reaccionar, ayer sentía que debía dejar este mundo de drogas para siempre, ahora ya no estoy tan segura, me da la impresión de que estoy a punto de saber algo, descubrir algo, y aunque me da miedo que me vuelva a psar algo así tengo una profunda inquietud que me impulsa a seguir adelante, aunque no del mismo modo. No sé sómo voy a ser, siento que no me conozco y que no sé que va a pasar, ahora, no me arrepiento.